Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte Zamora

Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte

La Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte es una cofradía profundamente marcada por la austeridad y la devoción, que forma parte de la Semana Santa de Zamora desde 1974.

Con sede en la Iglesia de San Vicente Mártir, la hermandad se caracteriza por su estilo de recogimiento y su procesión nocturna en Lunes Santo, una de las más sobrecogedoras de Zamora.

La hermandad ofrece a sus hermanos y a los fieles un espacio de reflexión y fe en torno al Cristo de la Buena Muerte, cuya imagen crucificada recorre las calles del casco antiguo en un desfile de silencio y solemnidad, creando una atmósfera de recogimiento única.

Índice de contenidos
  1. Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Zamora
    1. Fundación e Historia
  2. Hábito e Identidad de los Hermanos
  3. La Procesión del Lunes Santo
  4. La Imagen del Cristo de la Buena Muerte
  5. Símbolos y Actos Penitenciales
  6. Conclusión
  7. RESUMEN

Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Zamora

Fundación e Historia

La Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte fue fundada en Zamora en 1974 y realizó su primera salida procesional el 25 de marzo de 1975. Desde sus inicios, esta hermandad ha marcado una diferencia en la Semana Santa zamorana al destacar la austeridad y el recogimiento, características que se ven reflejadas en cada aspecto de su desfile.

Con sede en la Iglesia de San Vicente Mártir, la hermandad se ha consolidado como una cofradía penitencial que promueve el fervor cristiano y la reflexión ante el dolor de Cristo. Antes de la procesión de Lunes Santo, la hermandad celebra un Vía Crucis como símbolo de su fe y compromiso, rezando por las intenciones de todos los hermanos. También organiza un Solemne Triduo en la tercera semana de cuaresma, junto con otros actos anuales.

Hábito e Identidad de los Hermanos

El hábito de los hermanos de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte está inspirado en los cuadros de Zurbarán y en los murales del Monasterio de La Rábida, reflejando la austeridad propia de esta cofradía. Los cofrades visten una túnica y capucha de estameña blanca, símbolo de pureza y humildad, ceñida con una faja de arpillera a la cintura y sandalias franciscanas. Este atuendo sencillo recuerda a las órdenes monacales y acentúa el carácter penitencial de la hermandad.

Del cuello de cada cofrade cuelga un crucifijo que es una réplica del Cristo de la Buena Muerte, la imagen titular de la hermandad. Portan también una antorcha de cera y parafina, que proporciona una luz tenue y simboliza el camino de la fe. Este atuendo y los elementos que lo acompañan reflejan el espíritu de sacrificio y recogimiento de la hermandad, cuya misión es recordar el sufrimiento y la paz de Cristo crucificado.

La Procesión del Lunes Santo

La procesión de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte comienza a las 12 de la noche del Lunes Santo. A esa hora, los hermanos recorren las estrechas calles del casco antiguo de Zamora en absoluto silencio, dando lugar a un ambiente de profunda devoción. Esta procesión nocturna se distingue por su recorrido austero y solemne, que pasa por lugares emblemáticos como la calle de Balborraz y el arco de Doña Urraca.

Uno de los momentos más emocionantes se produce en la Plaza de Santa Lucía, donde el coro entona el cántico “Jerusalén, Jerusalén”, una composición escrita por el músico zamorano Miguel Manzano específicamente para esta hermandad. El coro también interpreta otras melodías, como Pater, Sitio y Tenebrae, a lo largo del recorrido, finalizando en la Iglesia de San Vicente Mártir con el canto del Vexilla Regis alrededor de las dos de la madrugada. Esta música, junto con el silencio y la penumbra de las antorchas, crea una atmósfera de penitencia única en la Semana Santa zamorana.

Para conocer todos los detalles del recorrido, consulta el itinerario completo de la procesión de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte en Zamora aquí

La Imagen del Cristo de la Buena Muerte

La talla titular de la hermandad, el Cristo de la Buena Muerte, es una escultura en madera policromada que representa a Cristo crucificado en una expresión de paz y serenidad. La primera referencia documental de esta imagen data de 1855, y en 1945 fue trasladada a la Iglesia de San Vicente Mártir, donde ha sido restaurada en varias ocasiones debido a su deterioro. Aunque la autoría de la obra no es concluyente, se atribuye a los escultores Gaspar Becerra o Ruiz de Zumeta.

Una particularidad de esta imagen es que no se porta sobre una mesa, como es común en otras procesiones, sino en unas andas sencillas inclinadas unos 30 a 35 grados, diseñadas para ser llevadas por ocho hermanos. Esta disposición permite que el Cristo procesione inclinado, lo que intensifica la sensación de recogimiento y hace que el paso se distinga en la Semana Santa de Zamora.

Símbolos y Actos Penitenciales

El recorrido de la hermandad está lleno de simbolismo y actos penitenciales.  Las calles estrechas y antiguas por las que desfila realzan su carácter austero. La luz de las antorchas, el sonido de los cánticos y el silencio de los cofrades transmiten una sensación de recogimiento que invita a la meditación y al respeto.

Cada año, la hermandad organiza el mencionado Vía Crucis antes de la procesión, en el que los hermanos rezan por sus intenciones y por los fieles. En cuaresma, el Solemne Triduo se convierte en un momento clave de oración y reflexión. Durante estos actos, la hermandad refuerza su compromiso cristiano y su devoción hacia el Cristo de la Buena Muerte, manteniendo viva la tradición y el fervor que caracterizan a la cofradía.

Conclusión

La Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte aporta un enfoque de recogimiento y penitencia único a la Semana Santa de Zamora. Su procesión en la noche del Lunes Santo, caracterizada por la iluminación de antorchas, el silencio de sus cofrades y el canto solemne de “Jerusalén, Jerusalén”, crea una atmósfera de respeto y devoción sin igual. Este legado, junto con su compromiso anual en actos como el Vía Crucis y el Solemne Triduo, refuerza la esencia espiritual de la hermandad, que continúa siendo un símbolo de fe y austeridad en la Semana Santa zamorana.


RESUMEN

AÑO DE FUNDACIÓN

En el año 1.974, desfila por primera vez en 1.975

NÚMERO DE HERMANOS

350

HÁBITO

Inspirado en los cuadros de Zurbarán y en los murales del Monasterio de la Rábida, los hermanos visten túnica y cogulla de estameña blanca, faja de arpillera, ceñida a la cintura y sandalias franciscanas. Del cuello cuelga un crucifijo reglamentario réplica del Titular que desfila. Portan una tea o antorcha de cera y parafina.

PASOS

Cristo de la Buena Muerte


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