Cofradía de la Santísima Resurrección

La Cofradía de la Santísima Resurrección es una de las hermandades más queridas y emblemáticas de la Semana Santa de Zamora, protagonizando el acto central del Domingo de Resurrección. Su procesión, marcada por el “Encuentro” entre Cristo Resucitado y la Virgen en la Plaza Mayor, representa el triunfo sobre la muerte y llena las calles de Zamora de alegría y celebración.

La procesión y sus actos están cargados de simbolismo, y sus orígenes se remontan a tiempos medievales, haciendo de esta cofradía un elemento esencial de la Pascua zamorana.

Cofradía de la Santísima Resurrección de Zamora

Historia

La historia de la Cofradía de la Santísima Resurrección es una de las más antiguas en Zamora, aunque sus orígenes exactos no se pueden datar con precisión. Su historia que se remonta, al menos, al año 1562, según documentación que menciona procesiones de Resurrección.

Estos registros sitúan a la cofradía en el antiguo Convento de Santo Domingo, y describen una celebración de Resurrección ya establecida en la época. Sin embargo, es desde 1776 que la Cofradía de la Resurrección toma una identidad y organización propia, convirtiéndose en la protagonista de este evento festivo y devocional que hoy conocemos.

Algunos documentos de 1544 señalan la existencia de una procesión llamada “Encuentro,” organizada por la Cofradía de Nuestra Señora de la Purificación y del Rosario. Se sabe que ya en aquella época existía la tradición de escenificar el reencuentro de Cristo Resucitado y la Virgen en la Plaza Mayor.

Con sede en la Parroquia de Santa María de la Horta, la Cofradía ha sabido preservar su esencia a lo largo de los siglos, adaptándose a los tiempos y creciendo en número de hermanos y devotos.

Número de Hermanos

La Cofradía de la Santísima Resurrección cuenta en la actualidad con aproximadamente 1,400 hermanos y hermanas, divididos equitativamente entre hombres y mujeres. Este grupo, aunque menor en comparación con otras cofradías, mantiene una activa participación en la procesión, aportando un espíritu alegre y festivo en el día de Pascua.

La hermandad ha sabido preservar la tradición de sus orígenes, y a lo largo de los años ha crecido en devoción y número, logrando una identidad singular que celebra la Resurrección con el fervor y entusiasmo que caracteriza a sus cofrades.

Hábito de los Cofrades de la Santísima Resurrección

A diferencia de la mayoría de cofradías zamoranas, la Cofradía de la Santísima Resurrección no requiere un hábito específico para sus hermanos. Los cofrades visten sus mejores "ropas de domingo", un atuendo tradicional que simboliza la alegría y solemnidad del Domingo de Resurrección.

Este detalle confiere a la procesión un aire especial, diferenciándose de las procesiones de luto y penitencia que han marcado los días previos de la Semana Santa.

Como distintivo, los cofrades portan una vara niquelada, adornada con una pequeña imagen del Resucitado y decorada con flores de primavera, como lilas y claveles, evocando la renovación y la nueva vida en Cristo.

Este gesto sencillo y a la vez significativo destaca el carácter festivo y triunfal de la procesión, que celebra el momento culminante de la Pascua cristiana: la victoria de Cristo sobre la muerte.

Procesión: La Celebración del Domingo de Resurrección

La procesión de la Cofradía de la Santísima Resurrección se celebra la mañana del Domingo de Resurrección y es una de las más esperadas en Zamora. La salida tiene lugar a las nueve de la mañana desde la iglesia de Santa María de la Horta, y desde el primer momento, se respira un ambiente festivo y solemne.

Las dos imágenes principales —Jesús Resucitado y la Virgen del Encuentro— siguen recorridos distintos por las calles de la ciudad. Jesús Resucitado avanza con un tamborilero que interpreta música alegre, mientras la Virgen, cubierta con un manto negro y acompañada de marchas fúnebres, representa el duelo antes del encuentro con su Hijo.

El momento culminante se produce en la Plaza Mayor, donde ambas imágenes se encuentran en medio de una gran celebración. Entre aplausos, música festiva y disparos de salvas desde los balcones, el "Encuentro" representa la alegría del triunfo de Cristo.

Luego, el cortejo sigue hacia la iglesia de Santa María de la Horta, donde concluye la procesión con una misa mayor y una celebración tradicional en la que los cofrades y vecinos disfrutan del “dos y pingada,” plato típico zamorano del Domingo de Pascua.

Para conocer todos los detalles del recorrido, consulta el itinerario completo de la procesión de Cofradía de la Santísima Resurrección en Zamora aquí

Imágenes: Jesús Resucitado y Virgen del Encuentro

La procesión de la Cofradía de la Santísima Resurrección tiene como protagonistas dos imágenes emblemáticas que representan la victoria de Cristo sobre la muerte y el encuentro lleno de alegría entre el Hijo y su Madre.

• Jesús Resucitado: Esta imagen, obra del escultor zamorano Ramón Álvarez en 1872, representa a Cristo triunfante. Se le muestra de pie sobre el sepulcro, con un manto de terciopelo rojo bordado en oro que simboliza la gloria y realeza del Resucitado. Lleva en su mano izquierda un pequeño estandarte, mientras que su cabeza está adornada con potencias, un símbolo de su divinidad. Durante la procesión, la figura de Jesús Resucitado se eleva sobre una mesa tallada en 1962 por Manuel Rivas, que le otorga un aire majestuoso y solemne.
• Virgen del Encuentro: Conocida también como la Virgen de la Alegría, esta imagen fue realizada en 1993 por el escultor Higinio Vázquez. Representa a la Virgen en actitud de avanzar hacia su Hijo, vestida con un manto negro al inicio de la procesión, en señal de duelo. Al llegar al momento del "Encuentro" en la Plaza Mayor, el manto negro se retira, simbolizando la transición de la tristeza a la alegría, y dejando a la Virgen vestida de colores claros. La imagen desfila sobre una mesa procesional llevada por hombres y mujeres, siendo una de las primeras mesas mixtas en Zamora, y marca un símbolo de inclusión y devoción conjunta.

La Tradición del “Encuentro”

El momento más destacado de la procesión de la Cofradía de la Santísima Resurrección es, sin duda, el “Encuentro” entre Jesús Resucitado y su Madre, la Virgen del Encuentro, en la Plaza Mayor de Zamora. Este acto representa la culminación de la Pascua y es una manifestación simbólica de la victoria de la vida sobre la muerte y la celebración de la fe cristiana.

Cuando ambas imágenes llegan a la plaza desde distintos recorridos, se encuentran en el centro, rodeadas de cofrades y espectadores. Entre aplausos, música alegre y el sonido de salvas, el manto de la Virgen se retira y su imagen se ilumina con un halo de alegría.

Este acto, cargado de emoción, tiene una larga tradición, y las salvas de escopeta, conocidas como “zuizas”, evocan una antigua práctica que representa la alegría del momento. Es una tradición que reúne a devotos y visitantes, quienes comparten el sentimiento de gozo y celebración que caracteriza al Domingo de Resurrección en Zamora.

Significado y Valor de la Cofradía de la Resurrección

La Cofradía de la Santísima Resurrección destaca por su profunda devoción y su papel especial en la Semana Santa de Zamora. A través de una procesión cargada de simbolismo y alegría, esta cofradía celebra el triunfo de la vida sobre la muerte y la promesa de la resurrección, que constituye el corazón del mensaje cristiano. La procesión, junto con el “Encuentro” en la Plaza Mayor, representa un momento de unión para la comunidad, que se reúne para compartir y celebrar el gozo pascual.

La cofradía no solo es una entidad de tradición religiosa, sino también un punto de encuentro para los zamoranos, donde se refuerzan lazos y se preservan valores de solidaridad y fe. La sencillez de sus símbolos y su atmósfera festiva contribuyen a hacer de esta cofradía una de las más queridas y representativas, y un cierre especial para las celebraciones de Semana Santa en la ciudad de Zamora.

Celebraciones Posteriores: La Misa Mayor y el “Dos y Pingada”

Tras el regreso de la procesión a la iglesia de Santa María de la Horta, se celebra una misa mayor en honor a Cristo Resucitado, en la que participan todos los hermanos de la cofradía, las autoridades y el público asistente.

La ceremonia marca el final de las celebraciones procesionales de la Semana Santa zamorana, y es un momento de recogimiento y agradecimiento por la Pascua. Una vez concluida la misa, los mayordomos de la cofradía ofrecen un refrigerio en el que los asistentes comparten frutos secos, pastas y bebidas en una atmósfera de convivencia.

Es costumbre que los cofrades, junto con vecinos del barrio, se reúnan en bares y restaurantes de Zamora para degustar el plato típico del día, conocido como “dos y pingada.” Este plato, consistente en huevos fritos con pan y carne de cerdo, seguido de torrijas como postre, es una tradición que simboliza el cierre de la Semana Santa con un toque festivo y familiar.